Softbox, Seattle

La construcción de esta residencia en Seattle fue diseñada para una familia de tres, teniendo en cuenta todas las características que más valoraban los propietarios. Descubra en este artículo esta obra y el papel fundamental de Viroc.

Uno de los propietarios, además de ser fotógrafo y ya haber retratado algunas de las casas más hermosas del noroeste del Pacífico, también es un arquitecto especializado en la restauración de edificios. Con esta combinación, supo desde el principio lo que quería para su familia.

La luz era uno de los puntos principales, y quería aprovecharla al máximo. De esta forma, toda la obra respetó ese principio, así como las condiciones ambientales del noroeste pacífico, creando una casa eficiente. La durabilidad de los materiales elegidos fue otro de los principales puntos y, en este sentido, los paneles Viroc se erigieron como unos magníficos aliados. Por último, tampoco se dejó de lado la cuestión de la accesibilidad, y todas las divisiones fueron concebidas sobre este principio.

La casa está compuesta por dos espacios, uno interior y otro exterior, que están totalmente separados, lo que permitió aprovecharlos al máximo.

Para la parte exterior, la premisa era que fuera útil, por lo que se creó una pequeña cocina, un baño y un espacio de ducha. Además, este espacio cuenta con paneles eléctricos para aprovechar la energía solar y proteger el medio ambiente.

El área interior, la casa, fue concebida para servir a diversas funcionalidades y, además de vivienda, también es un espacio donde trabajar y practicar deporte. Todas las áreas están preparadas para recibir a personas con movilidad reducida, primando así la accesibilidad de todos.

La eficiencia energética y la durabilidad de los materiales empleados, la búsqueda de un escaso mantenimiento y la consiguiente reducción del impacto medioambiental, fueron decisiones importantes a lo largo de toda la construcción y que justifican, de forma evidente, la elección de Viroc.

 Viroc es sinónimo de flexibilidad y durabilidad y así fue la elección para el revestimiento exterior con paneles grises, pero también para el revestimiento interior con el techo de paneles blancos. Con esta elección de colores neutros se consiguió obtener un magnífico contraste con el pino negro natural.  Viroc garantizó la transición entre el interior y el exterior.

Más que un espacio donde vivir y recibir personas, los propietarios quisieron crear experiencias: el salón está equipado con un sistema de sonido integrado para que experiencias como el teatro y el cine se vivan de la mejor forma posible. Existen diversas áreas separadas por puertas correderas, de manera que la familia pueda aprovechar el espacio mientras disfruta de sus aficiones.

Esta obra, además de una casa, es un espacio donde se crean recuerdos y se viven experiencias en familia. Desde los primeros esbozos tiene como premisa crear ambientes, que decidieron toda la idea del proyecto y el camino que debía hacerse, así como los materiales elegidos. En este sentido, Viroc fue la elección evidente para satisfacer los requisitos de durabilidad y mantenimiento de los materiales, así como la viabilidad de toda la idea presente en la ejecución de la casa.

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