Arquitectura: Jonathan Tuckey Design
Superficie: 274 m²
Año: 2020
Fotografía: Jim Stephenson
Jonathan Tuckey Design diseñó este teatro en los terrenos de un colegio de Inglaterra, un edificio que es símbolo del uso de Viroc rojo, un color que destaca y nos remite a los edificios victorianos de la zona, típicamente utilizados hasta nuestros días.
El Teatro no es el actor principal de esta historia, forma parte de la comunidad, perteneciendo al colegio donde los niños aprenden y crecen, ya que son el factor que trae vida al edificio, que lo habitan y utilizan. Fue minuciosamente construido para transformar lo que había sido un aparcamiento en un espacio comunitario, animado y lleno de vida.
Viroc surgió como el material que, al ser resistente y original, permitió al arquitecto crear una métrica y un diseño diferente. Se concibieron varias alturas y escalas que nacen de la sugerencia de las diferentes dimensiones de placa disponibles y adaptables con un simple corte en obra.
El tono cálido del rojo aporta vida y alegría y, como el panel Viroc permite ser mecanizado, también crea geometrías y texturas vívidas en la fachada. Estas geometrías se componen de cortes y articulaciones verticales y diagonales, que crean una ilusión de tridimensionalidad. Los árboles y la naturaleza forman la moldura del edificio, realzándolo.
En el interior, la elección también recayó en el panel Viroc (en los suelos, en negro), al tratarse de un material que es duradero y defiende la sostenibilidad constructiva. Se utilizaron materiales naturaleza y se hizo un buen uso de la ventilación pasiva, inclinando las placas para permitir que el aire circulara en el interior. Además, cabe señalar que Viroc constituye una preciosa ayuda cuando queremos tener un mejor comportamiento térmico y acústico, características fundamentales en un teatro. La estructura del espacio es de madera, el material de elección para sustentar Viroc, ya que responde de la misma forma que el material, dilatándose y contrayéndose en función de la temperatura y la humedad.
De líneas modernas, el edificio está inspirado en la arquitectura tradicional, prueba de lo cual es el pórtico que anuncia la entrada al espacio, marcándola. La estructura se muestra y articula a la perfección con la fachada en Viroc rojo. Los suelos en Viroc negro pulido (elegido por su aspecto, resistencia, durabilidad y facilidad de corte) están diseñados en un patrón inspirado en las iglesias renacentistas, así como en algunos elementos que incorporan este edificio emblemático, basados en los clásicos de la arquitectura eclesiástica.
En resumen, un edificio que combina el sentido práctico y funcional y que no abandona los recuerdos de la arquitectura pasada.